Una mujer llega a casa muy apresuradamente, rechina las llantas de su auto en la entrada, corre dentro de la casa tirando las puertas y grita a todo pulmón a su marido:
- ¡Apúrate, empaca tu smaletas, me gané la lotería!
- Dios mío, ¿qué debo empacar?, ¿ropa de playa o de montaña?
- No importa, ¡sólo empaca y lárgate a chingar a tu madre!