El Apasionado

Una señora, medio dormida en su cama, escucha cuando llega su marido del trabajo y siente como él la acaricia suavemente, casi de manera furtiva, como recorriendo suavemente la periferia de su cuerpo.

Ella siente cómo su cuerpo reacciona inmediatamente a las caricias. El marido toma sus manos y las recoge, mete una de sus manos por su espalda y llega atrevidamente hasta sus redondeces.

En este momento, la señora está que arde, jadeante y deseosa. Entonces, sus piernas son abruptamente levantadas. La mujer siente que la pasión perdida por años ha regresado y le encanta sentir cómo su hombre apoya sobre ella todo su peso.

La enerva sentir en su nuca el aliento calido de su marido. Ella se prepara, levanta las caderas; separa y flexiona sus piernas y se dispone a ser tomada, cuando de pronto su marido suelta sus
piernas, gira sobre sí mismo y se acomoda en su lado de la cama.

La mujer, asombrada y respirando hondamente pregunta:

-¿Qué pasó?

Él responde:

-Ya.

-¿Ya qué, grandísimo cabrón?

Ya duérmete, mi cielo. Ya encontré el control remoto.

En el restaurante

Le pregunta un mesero a un cliente:

- ¿Y cómo quiere el señor sus huevos?

- Con toda mi alma.

Retiro en la milicia

Cierto día, el Ejército decide jubilar a dos de sus generales, no tan grandes pero con experiencia en batallas, proponiéndoles como compensación 100,000 dólares por cada metro que midiesen entre dos partes de sus cuerpos que ellos eligieran.

El primer general elige ser medido desde la planta del pie hasta lo alto de su cabeza. Después de medirle, le pagaron 183,000 dólares.

El segundo general pide ser medido desde la punta del pene hasta los testículos, a lo que los presentes respondieron con una risa burlona. El examinador coloca una punta de la cinta métrica en la extremidad del pene pero no encontraba los testículos:

- ¡¿En dónde carajos están sus huevos?!

- Uno en Vietnam y otro en Irak, ahora me pagan cabrones.

4 pizzas

Un hombre entra a una pizzería acompañado de dos mujeres y le dice al mozo: 

- Quiero 4 pizzas. 

Y el mozo pregunta: 

- ¿Familiares? 

Y el hombre responde: 

- No, son putas y tienen hambre.