El primer general elige ser medido desde la planta del pie hasta lo alto de su cabeza. Después de medirle, le pagaron 183,000 dólares.
El segundo general pide ser medido desde la punta del pene hasta los testículos, a lo que los presentes respondieron con una risa burlona. El examinador coloca una punta de la cinta métrica en la extremidad del pene pero no encontraba los testículos:
- ¡¿En dónde carajos están sus huevos?!
- Uno en Vietnam y otro en Irak, ahora me pagan cabrones.