Psicoterapia para rejuvenecer

Se encuentran dos amigas cuarentonas después de mucho tiempo.

Una, está muy jodida: el cutis manchado, el pelo reseco y canoso, los ojos marchitos; en fin dada a la chingada.

En cambio la otra está radiante, rejuvenecida, alegre, muy arreglada, guapísima, etc.

Total, que la primera le dice a la segunda:

-Pero ¿cómo le haces? ¡Te ves sensacional!

-Mira dice la mujer guapa- ha sido la sicoterapia

-¿La psicoterapia? - responde sorprendida la fea-.

-Sí, claro, voy a la farmacia, compro unos sobrecitos que dicen Sico, ¡y cualquiera me da la terapia!