El nuevo padre de la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón que casi no consiguió hablar.
Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo como podría hacer para relajarse.
Éste le sugirió lo siguiente:
"La próxima vez, coloque unas gotitas de VODKA en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, va a estar más relajado."
El domingo siguiente el Padre aplicó la sugerencia y en efecto se sintió tan bien que podía hablar hasta en medio de una tempestad, totalmente relajado.
Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre Gumaro:
La próxima vez, coloque unas gotas de Vodka en el agua y no unas gotas de agua en el Vodka.
Le anexo algunas observaciones para que no se repita lo que vi en el sermón de hoy:
- No ponga limón y sal en el borde del cáliz.
- Evite apoyarse en la imagen de la Virgen
- Existen 10 mandamientos, no 12.
- Los apóstoles eran 12, no 7, y Pedro no era gruñón.
- No nos referimos a nuestro señor Jesucristo y sus apóstoles como "J.C. & Compañía".
- Judas hizo mal, pero no se reifera a él como "el hijo de la chingada".
- Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar y no coloque la biblia en el suelo.
- Los pecadores se van al infierno, no a chingar a su madre.
- La iniciativa de llamar al público para participar con alegría fue buena, pero el trenecito no lo fue.
Atentamente: El Arzobispo
P.D. Por estas razones no quise participar de sus actividades, no me vuelva a llamar "putín y trasvesti con faldita".